martes, 2 de febrero de 2016

Aedo que enamora. Soneto

Aedo que enamora
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Pregunte usted si el bardo es un amante,
pregunte si sus letras ajustician
o acaso a las muchachas benefician,
y saque conclusión de si es galante.
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Sus versos a la hembra como el guante
se ajustan, ronronean y acarician,
sus curvas lo alborotan y desquician,
lo excitan en la rima más brillante.
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Por ello los juglares sonetean
buscando los favores de sus musas
y a veces en romances romancean.
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Sus verbos se convierten en excusas,
las cientos de artimañas las que emplean.
-Las deja enamoradas y confusas-
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¿Poeta no rehúsas,
amando las doncellas por doquier?...
¡Nací para querer a la mujer!
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Butterfly 22/I/2016
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Foto: desmotivaciones.es

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