Ayer me di cuenta. Romance

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“AYER ME DI CUENTA”
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Ayer fue que me di cuenta
que mi condena es infierno,
pues no se puede querer
como querer yo te quiero.
Presiento que es gran pecado
vender, si el alma la vendo,
por tener tus bravos ojos,
tus lágrimas o tus besos.
Soñaré con la quimera
de que algún día tu cuerpo
sea mío y el motivo
pagando terrible precio,
quemarme en benditas brasas
las que viven del averno.
Moriré sin una queja
aunque mi piel, el incendio
mañana deje en cenizas,
las cuales los negros cuervos
se encargarán de esparcir
en el estrecho terreno
que entre ciprés y ciprés
sonríe en el cementerio.
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Y es que ayer cuenta me dí
que mi pecado es eterno
pues es mi debilidad
quererte como te quiero,
dar mi vida por la tuya,
hacer míos tus recuerdos,
tus malditas pesadillas
y esos cabrones tropiezos
que te dejaron al borde
de grises y amargos vientos.
Pero yo convertiré
tus sollozos en jadeos,
tu requiem por un romance,
tu elegía en un soneto,
tu tristeza en alegría
y tu naufragio en tablero
al que te agarres tan fuerte
que tan solo tus tormentos
se ahoguen por ser malditos
y por estar pretendiendo
arrebatarte la vida,
enterrarte antes de tiempo.
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Ayer fue que me di cuenta
que mi condena es infierno
pues no se puede querer
como querer yo te quiero.
guarda en tu pecho, mujer,
este romance y sus versos.
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Carles C. 28/XI/2013

El templo de San Juan Evangelista. Soneto

“EL TEMPLO DE SAN JUAN”
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En las puertas del templo de San Juan,
quizá te pida algún día que vengas,
que a mi pobre alma lírica sostengas
y las dos, tuya y mía quedarán
fundidas para siempre, se darán
forzadas por su amor, bravas arengas,
imposible será que las mantengas,
benditas en el templo quedarán
y un cuadro de Coello que es martirio,
será testigo mudo en nuestros besos.
San Juan Evangelista en su delirio
bajará de su lienzo en puros huesos,
prenderá con el alma solo un cirio
y en procesión irán por siempre presos,
tu rosa, mi clavel y un fino lirio.
Deseo tu martirio
y en la plaza mayor de Torrejón,
morirme en tus lunares de pasión.
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Carles C. 27/XI/2013

La marina.

“MI MARINA”
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Imagino un mar lleno de versos
blancos como tu espuma
y alfombrados de corales,
hilvanan en fina costura
el susurro de tus huellas
y su traviesa frescura.
Tus perladas manos desnudas,
cincelan en cien caracolas,
miles de burbujas
y unas rimas asonantes
en tu liquida lujuria.
Mártires,
las aguas que tú surcas,
haciendo zozobrar,
mi velero
y mis bravas horas de angustia.
Condenada pleamar, hora de brujas,
de sirenas misteriosas y ocultas
en agrestes óleos,
lienzo añil de una marina.
Mi ninfa de agua,
escucha mi clamor desde esta orilla,
en tu busca me adentro,
en el rumor de tus linfas
frías como tu cuerpo,
como tu cuerpo de escamas.
Ven...
ven...
cola de plata,
trae aire a mi garganta,
ya no soy el hombre
que te esperaba en la playa,
ahora soy arena y roca,
tritón bravo y fuerte
que en tu canto,
muere y mata.
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Carles C. 19/XI/2013

La hornacina. Romance

“LA HORNACINA”
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De tu patio en la pared,
patio de flores plagado,
voy a hacer una hornacina,
donde dejar un rosario,
un jarrón de rosas frescas,
media docena de nardos,
la foto de tu carita
y de claveles un ramo.
Será esta noche a escondidas,
cuando te hayas acostado,
para que por la mañana,
te creas que estás soñando,
asomada a tu ventana,
al mirar tu lindo patio.
También dejaré dos besos
al ladito de un abrazo,
serán tu eterna compaña,
serán caricia en tus manos
y al otro lado del muro,
escucharás el halago,
del hombre que en tu terraza,
esta noche enamorado,
se atrevió como un bandido,
que temeroso y descalzo,
asalto el fortín de tu huerta,
queriendo ser tu geranio.
Tu padre cuando lo vea,
querrá saber que fulano,
ha invadido sin permiso,
las baldosas de su claustro.
Saldrá en mi busca con ira,
hará gala del enfado,
que tendría cualquier padre,
al saber que estoy rondando,
a la flor de sus desvelos,
a la gloria de su llanto,
a la sangre de su sangre,
al aroma de su patio.
Morena de mis amores,
dile a tu padre bien claro,
que te has de venir conmigo,
que igual me dan sus enfados,
que la hornacina en su muro,
la dejo como intercambio,
yo me llevo su desvelo
y a partir de hoy su quebranto,
el se queda los claveles,
la media docena en nardos,
al foto con tu carita,
el milagroso rosario
y también el par de besos,
al ladito del abrazo.
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Carles C. 20/XI/2013

La calle de las tiendas. Soneto

“LA CALLE DE LAS TIENDAS”
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Quiero poder algún día contigo,
pasear por la calle de las tiendas,
del brazo al caminar, de mi dependas,
siendo tuyo por siempre, siendo amigo.
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Seré perenne apoyo y tu abrigo,
las bridas en tus manos y las riendas
del fuego de mi amor en las trastiendas,
de este beso en tus labios sin testigo.
*
Quisiera yo hacer tuyo el callejón
y al fondo contemplando el viejo templo,
abrazarte escondido en un rincón
*
que presta la calleja que contemplo
y muriendo de anhelo habrá un gorrión
al pensar, la belleza es este ejemplo,
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de envidia, me destemplo.
La calle de las tiendas de mil flores,
contigo es la calleja en mis amores.
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Carles C. 16/XI/2013

Tarde de toros. Soneto.

“TARDE DE TOROS”
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Quiero que me acompañes hoy, mi amor,
presumiendo a los toros esta tarde
y contigo a las cinco haré el alarde,
de saltar a la plaza con valor.
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El flaco, pocapena y el pintor,
son las reses que harán que este cobarde,
por ti, su valentía salvaguarde,
pues tan solo me queda ya el honor
*
de mostrar a la hembra que conmigo,
se pasea orgullosa de mi brazo
y aunque piensen que yo soy tu mendigo,
*
dejaré con un solo capotazo,
constancia del querer y del castigo
que será para el público un puyazo,
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borrando de un plumazo,
de sus caras irónicas sonrisas,
quedando arrepentidas y sumisas.
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Carles C. 18/XI/2013

Un soneto es siempre un beso. Soneto

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“UN SONETO ES SIEMPRE UN BESO”
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Es mi soneto el beso milagroso,
que te abraza, te roza, te acaricia,
el beso que te muestra mi codicia
y en tus labios es siempre generoso.
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Que muere por besarlos tan ansioso,
que es deseo y pecado en la avaricia,
tan solo al esperar en la delicia
del zumo en tu saliva más meloso.
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Caliente imaginando los placeres,
que prestará tu boca lujuriosa,
tan única entre todas las mujeres.
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Y es la mía esperando temerosa,
obligada a cumplir con los deberes,
que merece la tuya misteriosa,
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tan húmeda y jugosa,
malvada que me excita con razón,
enfermando de muerte el corazón.
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Carles C. 14/XI/2013

Recordando un sueño. Romance erotico.

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“RECORDANDO UN SUEÑO”
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He soñado en tu humedad,
noche fría de un otoño,
asomado al ventanuco,
sigo excitado y fogoso,
abrazando los frescores
del rocío por mis poros.
Y la memoria se esfuerza,
en mantener el sofoco,
al recordar los temblores,
en tu cuerpo...mío todo.
Esta locura me trae,
la excitación de tus ojos,
un jadeo en tu garganta
y el deseo de tu tronco.
En mi sueño tus caderas
el vaivén más lujurioso,
mudo grito de un orgasmo
y en ti estalla un terremoto,
lanzando tus dulces flujos,
como corrientes de arroyo,
calientes en tus adentros
y que en mi sueño yo absorbo,
pues fueron mis manos bravas
y mis dedos tan ignotos,
los que palpando tu vientre,
penetraron en tu foso,
que sintiéndose completo,
avivó tu respirar,
endureciendo tus pechos,
sus cumbres apitonadas,
fueron en mi dos tormentos,
dos caricias en mis labios,
tus aureolas de fuego,
ricos panales de miel,
que me cubrieron de besos
y en la humedad de mi lengua,
tus dos pezones tan prietos,
ahogando mis pesares,
han sucumbido a mi aliento
y asomado al ventanuco,
despuntando un nuevo cielo,
al romper la madrugada,
abandono estos recuerdos,
sueño que es realidad
y viendo que estoy despierto,
te vuelvo a ver en mi cama
y siento que estas ardiendo,
quiero quemarme en tus llamas,
 escucho tu llamamiento
y abierta en pura humedad,
en tus jadeos yo tiemblo,
me gritas casi sin voz...
amor...amor...
te necesito muy dentro.
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Carles C. 15/XI/2013

En el monte del olvido. Romance

“EN EL MONTE DEL OLVIDO”
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Hoy yo quisiera versar,
en un romance que cuenta,
que me encontré sin querer,
dando hace poco una vuelta,
en el monte del olvido,
una flor tan triste y yerta
que me dejó ese dolor,
que invade el alma de pena.
La recogí con el mimo,
que exigía su belleza.
De cristal era su talle,
puro cristal de bohemia,
que miedo me dio por su
fragilidad tan extrema,
Tan solo puedo decir,
que es para mí la más bella
flor que jamás nacerá,
en este inmenso planeta.
Hermosa como un gladiolo,
tan sensual y tan morena,
que dentro de su vestido,
no va mujer, va princesa.
Se ajusta su corta falda,
como un guante a su cadera
y lleva escritas dos curvas
en el pecho, que marean,
tremendo escote que dice,
que tocar prohibido queda,
por ser tan mortal pecado,
como mortal su condena,
solo se puede mirar
y pensar que es gloria eterna.
Tiene un lunar en la boca,
que el suspiro lo congela.
Hay otro bien escondido,
que hará pecar si se encuentra,
como pequé al recoger,
escondida entre la brea,
una flor que moribunda,
a los pies de una azalea,
me miraba y me pedía,
al verme dar una vuelta,
por el monte del olvido,
marchitada y casi muerta,
-“recógeme con tus manos,
con tus manos de poeta,
no me dejes morir sola,
a los pies de esta azalea”-
Hoy la tengo resguardada,
de las envidias ajenas,
en mil caricias la envuelvo,
para que nunca perezca
y me muero en la fragancia
que me presta estando abierta.
La riega el puro rocío,
haciéndola en mi la dueña,
por ella van estos versos,
por ella estas pobres letras,
por la estrechez de su falda
en su excitante cadera,
por el canal de su escote,
escote que a mí me enferma,
por su cintura de avispa,
que al abrazarla envenena,
por los lunares que adornan,
su principesca belleza,
por ello hoy , este romance,
a la flor que siendo reina,
en el monte del olvido,
yo encontré marchita y yerta,
con la pena de un suspiro,
en abril, dando una vuelta.
*
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Carles C. 11/XI/2013

Desangre de savia. Romance.

“DESANGRE DE SAVIA”
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Eres mi luz permanente,
permanencia iluminada,
únicamente alegría,
la brisa que me silbara
y me dijera al oído,
que sin ti es que a mí me faltan,
los luceros de la noche,
el albor de la mañana,
los dedos de mis dos manos,
tu sonrisa que me mata,
pues sin ella está la mía,
de un  filo decapitada.
Y te tengo y no te tengo,
pero te sueño en mi cama
y me despierto y no veo,
tus suaves curvas lozanas,
ni el eco de la canción,
en tu cuerpo de guitarra,
cuerpo que no tiene cuerdas,
porque nunca hicieron falta,
para entonar los tañeres,
que bordas como campana.
-¡Tú!-, mi valor y mi miedo,
mi nido en la verde rama,
ayer embrión que incubé,
hoy polluela esperanzada,
yo seré el paciente tronco,
de árbol, hasta que te salgan,
en tu talle de cristal,
la suave pluma y las alas,
seré enramado y tu sombra,
seré corteza y la savia,
seré raíz y la copa,
la más alta y la más brava,
para desde lo más alto,
amor, lanzarte en volandas,
sabiendo que perderé,
por tu libertad el alma.
Volarás de nuestro nido,
buscando nueva retama
y el viejo sauce llorón,
quedará con la resaca,
que lo condena y marchita,
en su desangre de savia.
*
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Carles C. 31/X/2013

Ausencias. Romance

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“AUSENCIAS”
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Puedo tener mil ausencias
y todas serán castigos.
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Castigos que son natura,
aunque nunca merecidos,
porque no es justo perder,
a quien caminó contigo,
a tu lado y de tu mano,
haciendo mudo ese grito,
que te impone caminar,
por la vida con sigilo.
*
Puedo tener mil ausencias
y todas serán castigos.
*
Castigos que son justicia,
la justicia de estar vivos,
todo es principio y final,
un final que es admitido.
Y de todas las ausencias
tan solo una acuchillo,
tan solo una no quiero,
tan solo una da frío.
Sé que faltarán mis padres,
que faltarán mis amigos
y por saber hasta sé,
que ausencia seré yo mismo.
*
Puedo tener mil ausencias
y todas serán castigos.
*
Pero una, no perdono,
eso lo sabe hasta Cristo,
hay una que no tolero,
aunque la imponga el divino.
Es la ausencia de tus ojos,
de tu boca que es mi lirio,
de esas tus dos manos blancas,
la manos que yo codicio
y de tu cuerpo espigado,
la espiga mía que es trigo.
Que nunca me has de faltar
en el cielo dejo escrito.
*
Puedo tener mil ausencias
y todas serán castigos.
*
Y si un día me faltaras,
quedaré tan mal herido
que el ausente seré yo
de un puñal, vil asesino,
que bien clavado en mi espalda
llevaría entero el filo,
en dos partiría mi alma,
condenándola al autismo.
Maldita daga afilada,
si me robase el cariño,
que tú me has dado, mujer
y que hoy me dejó vacío.
*
Y si un día me faltaras,
quedaré tan mal herido,
que teniendo mil ausencias,
solo la tuya es castigo.
*
*
Carles C. 03/XI/2013

Mías tus penas. Romance.

“MÍAS TUS PENAS”
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Yo quiero ser algo tuyo,
quiero ser por lo que mueras,
tan solo dame tu lloro,
que yo te daré mi fuerza.
Mujer, yo quiero cambiar,
mi alegría por tu pena
y mías tus pesadillas,
pesadillas que convierta
yo, en los sueños más dulces,
que en las noches te liberan.
Dame, mujer, tus heridas,
esas que a tu alma afectan,
pues la quiero ver bien viva,
 no quiero ver tu alma muerta.
Quiero tu lágrima virgen,
la de tus ojos, enferma,
que yo le daré la cura,
ensalmo que mereciera.
No quiero en ti, más vigilias,
no quiero en ti, noche en vela,
anhelo verte soñar,
deseo que en mí, te duermas,
para ti, mis noches blancas,
para mí, tus noches negras.
Dame ya tu soledad,
que yo, paloma y cigüeña,
haré que siempre acompañen,
tu pupila clara y fresca.
Hurto tu cama de espinos,
te doy la mía de yedra,
de nubes algodonadas,
la más mullida y más tierna,
no quiero verte vestidos,
de tan áspera arpillera,
que yo te visto mi niña,
con mis camisas de seda,
seda que te ha de dar,
lo que esas, tus carnes prietas,
se merecen de por vida,
porque tú eres mi princesa,
la joya de mi corona,
mis diamantes y mis perlas
y más aún vida mía,
la diosa que me embelesa,
el ángel que a mí me guarda
de pecar en la tristeza,
el ángel que estando lejos,
cada vez siento más cerca,
*
mía es mujer, tu muerte,
-¡Ay!-, tuya mi vida entera.
*
*
Carles c. 28/X2013