Mías tus penas. Romance.

“MÍAS TUS PENAS”
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Yo quiero ser algo tuyo,
quiero ser por lo que mueras,
tan solo dame tu lloro,
que yo te daré mi fuerza.
Mujer, yo quiero cambiar,
mi alegría por tu pena
y mías tus pesadillas,
pesadillas que convierta
yo, en los sueños más dulces,
que en las noches te liberan.
Dame, mujer, tus heridas,
esas que a tu alma afectan,
pues la quiero ver bien viva,
 no quiero ver tu alma muerta.
Quiero tu lágrima virgen,
la de tus ojos, enferma,
que yo le daré la cura,
ensalmo que mereciera.
No quiero en ti, más vigilias,
no quiero en ti, noche en vela,
anhelo verte soñar,
deseo que en mí, te duermas,
para ti, mis noches blancas,
para mí, tus noches negras.
Dame ya tu soledad,
que yo, paloma y cigüeña,
haré que siempre acompañen,
tu pupila clara y fresca.
Hurto tu cama de espinos,
te doy la mía de yedra,
de nubes algodonadas,
la más mullida y más tierna,
no quiero verte vestidos,
de tan áspera arpillera,
que yo te visto mi niña,
con mis camisas de seda,
seda que te ha de dar,
lo que esas, tus carnes prietas,
se merecen de por vida,
porque tú eres mi princesa,
la joya de mi corona,
mis diamantes y mis perlas
y más aún vida mía,
la diosa que me embelesa,
el ángel que a mí me guarda
de pecar en la tristeza,
el ángel que estando lejos,
cada vez siento más cerca,
*
mía es mujer, tu muerte,
-¡Ay!-, tuya mi vida entera.
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Carles c. 28/X2013