"UN MIRAR DE SOSLAYO"
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Quise mirarte de frente
pero al pasar por tu lado
se me escapó de reojo
un mirarte de soslayo.
Me hice el fuerte y me arrepiento
de pasar disimulando
junto a tus dos bellos ojos,
pero no pude evitarlo
porque ya no ha de volver
ese perpetuo verano
ni el invierno ni el otoño
ni primavera con manto
de oscura noche estrellada
de luceros y remansos
de aguas claras que del río
a los dos nos fue mojando.
-¡No!-, jamás ya volverá,
la corriente se ha llevado
sin sentido ni razón
las caricias de tus manos,
la humildad en tu sonrisa,
el cimbrear de tus pasos,
los besos que ayer me diste,
ya todo quedó nadando
en el torrente del mismo
arroyo que a ti te trajo.
Maldito cauce ladrón
y maldito ese balandro
que arrastrado impunemente
por las aguas de tus lagos
se me ha llevado la vida,
se me ha llevado los lazos
que ataban carne con carne,
tus llanuras y mis prados,
mi sangre con esas venas
que en tus adentros forjaron
por lo menos un querer,
el mío que hoy enmaraño
porque le intento evitar
el sufrir de los mazazos
que de azahar disimulas
en aromas de naranjos,
en los jardines que escondes
en tus huertas, en tus campos.
Entiende ahora, -¡Mujer!,
por qué pasé por tu lado
y tan solo pude dar
un mirarte de soslayo
que se escapó el muy bandido
sin pretender yo dejarlo.
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Carles C. 10/II/2014